EEUU CELEBRA A LOS TERRORISTAS SIRIOS (IV)
El miércoles
5 de febrero de 2025 el presidente francés, Emmanuel Macron, se convirtió en el
primer líder occidental en mantener una comunicación telefónica con Al Sharaa. Desde el Eliseo, manifestaron que
Macron le trasladó “el deseo de que el proceso iniciado por las autoridades
interinas responda plenamente a las aspiraciones del pueblo sirio”, y que “expresó
la voluntad de Francia de apoyar la transición en Siria sobre esta base, tanto
a nivel nacional como en el marco europeo e internacional”.
En tanto
que, a través de un comunicado,la presidencia siria informó que Macron había felicitado
e invitado a Al Sharaa a Francia. Según la el país árabe, Macron subrayó “los esfuerzos de su
país para levantar las sanciones contra Siria y abrir la vía al crecimiento y
la recuperación”. Por su parte, el líder sirio aprovechó
a agradecerle “por el apoyo de Francia al pueblo sirio en los catorce últimos
años”.
En el mismo
día, Siria la Autoridad General de Puertos Terrestres y Marítimos de Siria confirmó
que llegó a un acuerdo con la empresa naviera francesa de transporte y
logística, CMA CGM, para renovar el contrato de operación de la terminal de
contenedores del puerto de Latakia (el más grande del país).
CMA CGM
-controlada por el franco-libanés, Rodolphe Saade- ha estado administrando la
terminal de contenedores de Latakia desde 2009, y su último contrato se renovó
en octubre del año pasado, cuando el país todavía estaba gobernado por Bashar
Al-Assad.
Dos días
después, fue el canciller alemán, Olaf Scholz,
quien mantuvo una conversación telefónica con su par sirio. La comunicación
duró una hora, y según Reuters, Scholz le transmitió a Al Sharaa sus felicitaciones al pueblo sirio por
poner fin al gobierno de Al Assad; así como la voluntad de Alemania de apoyar
la reconstrucción de Siria.
De acuerdo a
un comunicado del gobierno alemán, ambos mandatarios coincidieron en la
necesidad de Siria de un proceso político inclusivo que permita la
participación de todos los sirios y proporcione derechos y protección. Desde la
autoridad siria, en tanto, aseguraron que el canciller había invitado a Al
Sharaa a visitar Alemania.
La
Conferencia Internacional sobre Siria llevada a cabo en París el 13 de febrero,
reunió a representantes de los gobiernos de Gran Bretaña, Canadá, Francia,
Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Arabia Saudita, Turquía y Líbano; y tuvo como invitado al ministro
de Asuntos Exteriores de Siria, Asaad Al Shaibani, lo que supuso la segunda
visita de alto nivel a Europa de un alto funcionario del nuevo régimen, luego
de su presencia en el Foro Mundial de Davos en enero.
En el marco
de esta, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, pidió el
levantamiento de las sanciones económicas contra Siria. “Estamos trabajando con
mis homólogos europeos para lograr un rápido levantamiento de las sanciones
sectoriales y económicas adoptadas para aislar al régimen de Asad. Estas sanciones,
ya sean de la ONU, europeas o nacionales, han contribuido a la caída del
régimen sirio. Ya no pueden ser un obstáculo para la recuperación y
reconstrucción de Siria”, dijo Barrot.
“Hacemos un
llamamiento a un alto el fuego generalizado en todo el territorio sirio,
incluidos el norte y el noreste, y al fin de la injerencia extranjera, también
en el sur”, agregó. “Queremos que Siria deje de ser utilizada para
desestabilizar la región, se concentre en el éxito de la transición y la recuperación
de su país”, señaló.
“En primer
lugar, debemos permitir la rápida llegada de ayuda humanitaria, que los sirios
todavía necesitan en gran medida, pero también facilitar los flujos financieros
y comerciales necesarios para reconstruir el país”, dijo. “Para lograrlo,
debemos asegurarnos de que el país se encuentre en un entorno propicio para su
pacificación, reunificación y reintegración regional. Con este fin, estamos
dispuestos a apoyar a las autoridades de transición sirias para lograrlo”,
agregó. Barrot aseguró que Francia aportará 50 millones de euros en 2025 para ayudar a estabilizar Siria.
El Reino
Unido también manifestó que adaptaría sus sanciones contra Siria. “Estamos
haciendo estos cambios para apoyar al pueblo sirio en la reconstrucción de su
país y promover la seguridad y la estabilidad”, dijo Stephen Doughty, ministro
para Europa, América del Norte y Territorios de Ultramar.
En su
declaración final, los participantes -menos Estados Unidos- dijeron que
trabajarían para “garantizar el éxito de la transición posterior a Assad en el
marco de un proceso dirigido y controlado por Siria en el espíritu de los
principios fundamentales de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la
ONU”.
Finalmente,
la Unión Europea suspendió el 24 de febrero una serie de sanciones contra Siria
con efecto inmediato. Los ministros de Asuntos
Exteriores de la UE acordaron suspender las restricciones al sector energético
que abarcaban el petróleo, el gas y la electricidad; así como las sanciones al
sector del transporte. También levantaron la congelación de activos de cinco bancos,
aliviaron las restricciones al Banco Central sirio y extendieron
indefinidamente una exención para facilitar la entrega de ayuda humanitaria.
El respaldo
de estadounidenses y europeos al nuevo gobierno en Damasco -incluido el
relajamiento de las sanciones- continua pese a que las exigencias sobre el
respeto a los derechos y a la integración de todos los sectores del pueblo
sirio no estarían siendo cumplidas por los islamistas.
El tan
mentado Diálogo Nacional, celebrado el 25 de febrero en el palacio presidencial
de Damasco, acordó formar un comité para redactar una constitución que consagre
la justicia, la libertad y la igualdad para todos. La declaración de clausura también
pidió defender la libertad de expresión y preservar la “coexistencia pacífica
entre todos los componentes de la sociedad siria”.
Sin embargo,
pese a estas consideraciones, no se avanzó en definiciones precisas sobre el
futuro del país; como podría haber sido la integración del anunciado gobierno
que asumirá el primero de marzo. El 12 de febrero -un día antes de
viajar a Francia, y en el marco de la Cumbre Mundial de Gobiernos que se celebró
en Dubái- el ministro de Exteriores sirio oportunamente dio a conocer la
instauración de un nuevo gobierno que refleje la “diversidad” del pueblo sirio,
y que sucederá a la actual dirección interina.
Por las
dudas, Al Shibani aclaró: “El gobierno que se constituirá el 1 de marzo
representará al pueblo sirio en la medida de lo posible y tendrá en cuenta su
diversidad”. Y agregó que, “todas las reformas y cambios introducidos en los
dos últimos meses con relación a la hoja de ruta política han sido (...) el
resultado de consultas con la diáspora siria y la sociedad civil dentro del
país”. Lo cual contrasta con el hecho de
que la mayoría de los ministros de la administración actual son del HTS o de
grupos aliados.
Lo cierto es
que la transición política siria sigue fuertemente controlada por el HTS. La
Conferencia no contó con ningún miembro de la administración autónoma liderada
por los kurdos en el noreste, dijeron a Reuters funcionarios de esta.
Según la
agencia británica, cinco de los siete miembros del comité que preparó la
conferencia pertenecen al HTS o son cercanos al grupo; en tanto que no hay
ningún miembro druso o alauita, ambas minorías importantes en el país.
Tampoco hay
indicios de que los fundamentalistas islámicos que gobiernan Siria hayan
flexibilizado sus posiciones. El 12 de febrero el enviado especial de la ONU
para Siria, Geir
Pedersen, expresó su preocupación por los informes sobre prácticas
discriminatorias contra las mujeres y el aumento de las presiones sociales
hacia determinadas normas. De hecho, Al Sharaa se negó a
darle la mano a la ministra de exteriores de Alemania cuando se reunieron junto
con el canciller francés.
Pero nada de
esto le preocupa a occidente. Tanto en Bruselas, como en Washington, sabían que
sus apelaciones a la moderación y a evitar el sectarismo no serian cumplidas
por el HTS. Ni a los estadounidenses ni a los europeos les importan los
derechos humanos, solo se trata de mantener apenas las formas, para continuar
con su alianza con los yihadistas; alianza con la que le arrebataron el control
de Siria a los rusos.