CONTRA LOS TRABAJADORES
Con el gobierno de Lacalle Pou la derecha uruguaya volvió a
demostrar que su proyecto político atenta contra los intereses de la gran
mayoría de la población. El Partido Nacional recibió un país con un 8.8% de
pobreza, y lo dejo con un 8.3%. Si la última administración frenteamplista la había
reducido apenas un 0.9%, la de los blancos lo hizo un magro 0.5%. Pero esto
solo sucedió en su último año, ya que, en los primeros cuatro, la cantidad de
uruguayos pobres aumentó. En 2020 alcanzó al 11.6% y en 2021 al 10.6%. Si la
pandemia puede ser utilizada para explicar este crecimiento, no es el caso para
su evolución posterior: baja hasta el 9.9% en 2022, para volver a aumentar
hasta el 10.1% en 2023.
De hecho, considerando la metodología 2017 el índice de pobreza
no se redujo en absoluto. La derecha recibió un 17.3% del Frente Amplio y se
fue con un idéntico 17.3% (con esta nueva medida, la variación en el último
gobierno de Tabaré se reduce a un 0.8%). Con este nuevo parámetro, la población
bajo la línea de la pobreza escaló hasta el 23.3% en 2020, y luego disminuyó gradualmente
hasta el 19.7% en 2023.
Por su parte, el desempleo pasó de 9.1% (promedio de los
últimos 12 meses de la administración frenteamplista precedente, es decir,
entre marzo del 2019 y febrero del 2020) a un 8.1% en marzo de 2025. Y si bien
la reducción es de tan solo un punto, con Tabaré había crecido en 2.5 puntos.
En tanto que, el promedio de sus cinco años de gestión fue del 8.76%, cuando el
del último gobierno de Vázquez había sido del 8.2% (1.6 puntos superior al del
quinquenio de Mujica). Aumento que se puede explicar por el 10.59% de su primer
año, ya que luego descendió al 8.02% en 2022 y al 8.35% en 2023. Sin la
pandemia el promedio habría sido el mismo o apenas inferior al de su
predecesor, lo que da cuenta de la desastrosa gestión de ambas administraciones
en la generación de empleo.
Por último, con el gobierno de Lacalle Pou el salario real
creció un 2.54% (diferencia
entre sus últimos 12 meses, es decir, entre marzo del 2024 y febrero del 2025;
y el último año de Vázquez, entre marzo de 2019 y febrero del 2020). No solo el
aumento fue ínfimo –inclusive, muy por debajo del ya limitado 7.05% de incremento
del tercer periodo del FA-, sino que los salarios cayeron en los primeros tres
años, con una contracción del 3.26%. Recién en 2023 el Índice de Salario Real
recuperó los valores previos a la gestión nacionalista, cuando superaron a
estos por un escaso 0.44%.
Salvo la pequeña baja en la Tasa de Desempleo, los salarios
cayeron en tres de los cinco años de Lacalle Pou y la pobreza aumento en
cuatro. Por lo que las condiciones de vida de los uruguayos se deterioraron en
gran parte de su gestión. La derecha podrá echarle la culpa a la pandemia y a
la sequía, pero lo cierto es que la economía creció un 6.41% en el quinquenio
nacionalista. Ciertamente, estos acontecimientos provocaron que el PBI se
contrajera un 7.35% en 2020 y que en su segundo año permaneciese un 1.94% por
debajo del nivel que le había dejado el FA. Sin embargo, ya en 2022 se retomó
la senda del crecimiento, de modo que, el empobrecimiento de la población no se
debió a causas ajenas al control del gobierno; sino que más bien, fue la
consecuencia directa de la aplicación del programa de la derecha.