ESTADOS UNIDOS LE ESTA GANANDO LA GUERRA A RUSIA VII
¿TERCERA GUERRA MUNDIAL?
Las limitadas posibilidades de Rusia ante el imperio
estadounidense no deben confundirse con la voluntad de los eslavos de dar
pelea. Para los rusos Ucrania es la provocación que ya no pueden dejar pasar de
ninguna manera. En el Kremlin entienden que está en juego la supervivencia de
la propia nación, tal como ocurrió en la segunda guerra mundial. Lo cual es un
gran problema, porque para que allá otro conflicto de tales magnitudes, lo
primero que tiene que haber es que las dos potencias en pugna estén dispuestas
a combatir, y, luego de setenta años de tolerar el avance estadounidense, los
rusos ahora se muestran dispuestos a detenerlos.
Por lo que, en este momento, el inicio o no de una tercera
guerra mundial dependerá de la decisión que tome Washington sobre como seguirá
conduciendo su lucha contra los eslavos: o bien, darle continuidad a la actual
guerra por delegación y desgaste; o bien, pasar a un enfrentamiento directo, y
darle la estocada final a su enemigo. Ciertamente, hay motivos para descreer de
que se desate un conflicto total y mucho más una guerra nuclear. EEUU es el que
impone las condiciones, y se encuentra muy cómodo con una guerra de baja
intensidad que se prolongue en el tiempo; en tanto que, una confrontación
atómica es improbable porque no le sirve a ninguno de los dos bandos (este
armamento funciona y ha funcionado a lo largo de la historia más como un factor
de disuasión que como un recurso concreto en batalla). Sin embargo, a partir de
la invasión de Ucrania hoy no se puede descartar una contienda global; y, con
respecto a lo segundo, nunca antes se había puesto contra las cuerdas a una
potencia nuclear (lo más cerca, fue cuando EEUU coloco sus ojivas nucleares en
Turquía), por lo que, también hay que decir, que es un escenario completamente
nuevo e incierto.
Una muestra de esto son las declaraciones declaraciones de Putin en el Foro Económico de San Petersburgo, celebrado entre el 15 y el 18 de junio del 2022, cuando expresó que es "erróneo considerar que la época de cambios turbulentos" pasará y todo volverá a la normalidad, y será "como antes". "No lo hará", subrayó. Sin embargo, "élites gobernantes de algunos Estados occidentales" aún parecen conservar tales "ilusiones", sin querer darse cuenta de "cosas obvias", dijo en aquella oportunidad el mandatario, según lo publicado por RT. "Por ejemplo, creen que el dominio de Occidente en la política y la economía globales es una magnitud incambiable y eterna. Nada es eterno", advirtió.
En julio de ese año, Putin comentó comentó en una reunión con los
dirigentes de todos los partidos del arco parlamentario ruso, que “Rusia aún no
ha comenzado a mostrar de lo que es capaz en la operación militar especial en
Ucrania… Todos deberían saber que, en general, todavía no hemos comenzado nada”. El presidente ruso no solo confirmaba
que su país no estaba utilizando todo su potencial -algo totalmente evidente-,
sino que revelaba una perspectiva a futuro, en donde sí, su país tendría que
echar mano a recursos de los que por ahora prescindía; dando a entender, a su
vez, una voluntad para asumir este nuevo nivel en la contienda.
Lo mismo que se dice sobre una hipotética confrontación
mundial o guerra directa entre estadounidenses y rusos, aplica para la
utilización de armas nucleares: todo depende de lo que decida hacer Estados
Unidos. La postura de los rusos esta plasmada en su doctrina doctrina militar, la cual
habilita el uso de su arsenal atómico en respuesta a una agresión contra su
territorio, o contra sus aliados, que implique el uso de armas nucleares u
otras de destrucción masiva. Asimismo, el documento prevé una reacción similar
ante un ataque con armas convencionales si la existencia del Estado se viese
comprometida. Putin ha ratificado ratificado en diciembre
pasado esto que está escrito en el documento elaborado en 2020, dejando en
claro que solo se emplearían a modo de respuesta respuesta.
Si bien Estados Unidos ya les ha dado motivos a los rusos
para que considerasen amenazada la integridad de su país -como fue el ya
mencionado despliegue de sus armas nucleares en territorio europeo no bien
terminada la segunda guerra mundial-, la decisión de los rusos de pasar a la
ofensiva en Ucrania cambia completamente el escenario, por lo que no conviene
dar nada por sentado. También puede ser que a la elite capitalista rusa le
interese más continuar con sus lujosas vidas que la suerte de su país (aunque
cada vez parece más difícil separar la una de otra) o puede que sea de consenso
aquello que tan bien supo expresarexpresar uno de los más estrechos colaboradores de
Putin, Dimitri Medvedev: “Un mundo sin Rusia no nos interesa. Si de verdad
llega a plantearse la cuestión de la existencia misma de Rusia no se va a
resolver en el frente ucranio, sino junto con la cuestión de la existencia de la
civilización humana toda”.