GUERRA CONTRA ISRAEL: OTRA DERROTA DE IRÁN (IX)
ATAQUE IRANÍ A BASE ESTADOUNIDENSE EN QATAR (II)
Finalmente, Associated Press (AP) publicó imágenes
satelitales de Planet Labs que muestran la destrucción de una cúpula geodésica
que albergaba sistemas de comunicación críticos utilizados por el CETCOM para comunicaciones seguras. Los daños fueron
estimados en 15 millones de dólares. En tanto que el resto de las instalaciones
de la base parecen prácticamente intactas, salvo algunos daños visibles en un
edificio cercano.
Por su parte, el Tehran Times reportó escombros y daños
colaterales a las estructuras circundantes. Desde el medio iraní afirmaron que,
aunque la base permaneció operativa, sufrió la pérdida de un componente clave
para la guerra electrónica.
Previo a la aparición de estas imágenes, AP también informó que un asesor del ayatolá Alí Jamenei había declarado que las comunicaciones de
la base se habían interrumpido tras el ataque. “Todo el equipo de la base quedó
completamente destruido y ahora el flujo de mando estadounidense y la conexión
entre la base de Al Udeid y sus demás bases militares se han cortado por
completo”, clamó Ahmad Alamolhoda.
Alamolhoda pudo haber exagerado, pero fue mucho más preciso
que el mandatario norteamericano. Es que al igual que sus pares en Washington,
Teherán demostró durante la guerra que, de ser necesario, no tiene problemas
para tergiversar u ocultar la realidad.
Otro asesor de Jamenei, Ali Larijani, declaró que seis
misiles impactaron directamente en la base. Desde los Cuerpos de
la Guardia Revolucionaria de Irán también aseguraron que media docena de
misiles habían alcanzado la instalación militar. Las
Fuerzas Armadas iraníes informaron a través de un comunicado que habían
golpeado “la base aérea Al Udeid en Catar con un devastador y poderoso ataque
con misiles”.
En ese primer momento, se habló de varias bases
estadounidenses atacadas, tanto en Qatar como en Irak.
La debilidad del ataque iraní también se vio en la cantidad
de proyectiles disparados. Desde el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de
Irán señalaron que “el número de misiles utilizados en esta exitosa operación
fue equivalente al número de bombas que Estados Unidos utilizó en su ataque a
las instalaciones nucleares de Irán”.
Sin embargo, este cálculo solo incluyó las 14 bombas anti
búnker lanzadas sobre Fordo y Natanz. Los iranies parecieron olvidarse de los
30 misiles crucero Tomahawk que los submarinos de la Armada estadounidense
dispararon contra Isfahán y Natanz.
Otra indisimulada muestra de contención y prudencia de los gobernantes de la república
islámica.
Pese a los daños generados en la base del Al Udeid, Irán no
pudo asestarle un golpe semejante al que Estados Unidos le propinó a sus
instalaciones nucleares. Teherán ni siquiera lo intentó, su respuesta solo
buscaba salvar las apariencias y no infligir perdidas que obligasen al
Pentágono a atacar con más fuerza.
De ahí, la rápida aceptación del alto al fuego propuesto por
Trump. Una clara imposición norteamericana que los persas se vieron obligados a
acatar, pese a que habían manifestado que, si bien Israel había comenzado la
guerra, ellos la terminarían.
Los términos del alto al fuego no eran equivalentes para
ambas partes. “Oficialmente, Irán iniciará el alto el fuego y, a las 12 horas,
Israel iniciará el alto el fuego y, a las 24 horas, el mundo celebrará
oficialmente el fin de la guerra de los 12 días”, explicó Trump cuando anunció,
el 23 de junio, que ambos países habían acordado el cese de las hostilidades.
De hecho, Teherán, en principio, negó cualquier acuerdo. Su
ministro de Asuntos Exteriores, Seyed Abás Araqchi, aseguró: “En este momento,
no existe ningún acuerdo en materia de alto al fuego o suspensión de
operaciones”. Sin embargo, al mismo tiempo expresó que, “si el régimen israelí
detiene su agresión ilegal contra el pueblo iraní antes de las 04:00 horas de
esta madrugada, no tenemos intención de continuar nuestra respuesta”.
El canciller agregó que la “decisión definitiva respecto a la suspensión de operaciones militares
por nuestra parte se tomará en su momento”. De
esta manera, Irán se acogió a lo establecido por Washington, sin hacerlo de
manera notoria ni oficial; de manera tal que pareciese que ellos dictaron el
final del conflicto, logrando cumplir con su promesa de ser ellos quienes terminasen
el conflicto.
En las horas previas al fin de los combates, ambas partes
intercambiaron fuertes ataques. Con
el alto al fuego ya en vigor, Israel acusó a Irán de violarlo, lo cual Teherán
negó.
Luego, Israel sí reconoció haber respondido con un ultimo ataque, a partir del
cual, no se registraron más intercambios.
Según un comunicado de la oficina de Netanyahu, Israel “se abstuvo de realizar
más ataques” después de que el primer ministro se comunicara con Trump.
Los iranies afirmaron que ellos ganaron la guerra. Que su respuesta (además de los golpes
infligidos) agotó los recursos defensivos de Israel y Estados Unidos,
obligándolos a pedir el fin de los combates. Los
iranies aseguraron que, de continuar la guerra, no hubiese quedado nada de Israel. Por
lo que no se entiende ¿Por qué si estaban ganando la guerra no siguieron
adelante? ¿Por qué si era cuestión de días alcanzar la victoria total aceptaron
la propuesta del enemigo de poner fin a los combates?