GUERRA CONTRA ISRAEL: OTRA DERROTA DE IRÁN (III)
ATAQUE ISRAELÍ A INSTALACIONES MILITARES IRANIES
Además de su comandancia y su industria nuclear, Israel
también tenia entre sus objetivos el programa de misiles de Irán. Con ese
propósito, la Fuerza Aérea Israelí (FAI) llevó a cabo ataques contra las
instalaciones de almacenamiento y lanzamiento de misiles que poseen los persas.
El programa de misiles de la república islámica se
considera el más grande de Medio Oriente. Los estadounidenses estiman que se
compone de más de 3.000 misiles balísticos (la mayoría en bases subterráneas). Los
israelíes, en tanto, calculaban un arsenal de entre 2.000 y 2.500.
Tel Aviv afirma haber destruido entre 800 y 1.000 misiles
iraníes. También
presume de haber hecho lo propio con un gran número de lanzaderas de misiles.
Se cree que Irán tenía entre 350 y 400 de estas plataformas, y que las Fuerzas
de Defensa de Israel (FDI) habrían destruido entre 200 y 250. Según
Haaretz, la estimación más alta de plataformas de lanzamiento destruidas se situaría
en torno al 60%.
De acuerdo con los datos de las estadounidenses Armed
Conflict Location and Event Data (ACLED) y Critical Threats Project-Institute
for the Study of War (CTP-ISW), Israel atacó al menos 20 bases de misiles
iraníes; además
de varias fábricas de misiles balísticos.
Si bien las capacidades iranies en esta materia fueron
gravemente afectadas, no fueron eliminadas. La BBC publicó el 26 de junio, que
algo que parece haber escapado a la destrucción son gran parte de los almacenes
subterráneos, las llamadas ciudades de misiles.
No obstante, Israel reportó algunos ataques a estos sitios.
En la semana iniciada el 16 de junio, su fuerza aérea declaró haber bombardeado
las bases ubicadas en Jorramabad, Kermanshah y Tabriz.
Pero para poder infligir estos duros golpes a su potencia
misilística -además de a su industria nuclear y a su cúpula militar-, al inicio
de su operación, las FDI debieron atacar las defensas aéreas iranies. Y estas,
en efecto, resultaron severamente dañadas.
Desde Tel Aviv aseguran que lograron neutralizar la mayor
parte de las defensas antiaéreas de Irán. 80 baterías de defensa aérea habrían
sido destruidas (sistemas de misiles tierra-aire, radares) .
El 20 de julio, el almirante Mahmoud Mousavi, subcomandante
de operaciones del Ejército de Irán, reconocería: “El enemigo sionista intentó
destruir la capacidad defensiva de Irán, y algunas de nuestras plataformas de
defensa aérea resultaron dañadas en esta guerra”.
Con este golpe a las defensas persas, la aviación israelí
pudo operar con cierta libertad en los cielos iranies. Las FAI declararon que
lograron superioridad aérea sobre el oeste de Irán y Teherán, con sus aviones y
drones realizando más de 1.000 misiones, y alcanzando cientos de objetivos.
De acuerdo con los datos de ACLED, Israel
llevó a cabo cerca de 360 ataques (muchos de estos consistieron en múltiples
ataques aéreos contra diferentes blancos en la misma ciudad), alcanzando 150
lugares distintos. ACLED registra más de
160 ataques contra objetivos militares.
La también estadounidense Human Rights Activists News
Agency (HRANA), por su parte, documentó al menos 154 oleadas de ataques
intensos contra bases e instalaciones militares en todo Irán. HRANA publicó un
listado de los principales sitios alcanzados, en los cuales solo incluyó los
considerados como estrictamente militares, descartando aquellos de doble uso.
En tanto que al menos 109 ataques o explosiones golpearon
instalaciones industriales, energéticas, administrativas o comerciales, de
acuerdo a datos verificados por HRANA.
Mohammad Hassaninejad, director general para la Paz y
Seguridad Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán,
reconoció: “En las primeras horas de la agresión israelí, muchas instalaciones
militares y sistemas de defensa aérea iraníes fueron atacados, y en los ataques
de los días siguientes, los daños se agravaron aún más”.
La infiltración del Mossad también constituye otra gran
derrota para Teherán. Es que Israel no solo lo golpeo con su fuerza aérea,
también lo atacó con drones explosivos y con armas de precisión desde el
interior de su propio territorio.
El Mossad logró introducir comandos y vehículos con
armamento. Estos, según la BBC, atacaron las defensas antiaéreas iraníes, y sus
sistemas de misiles tierra-aire y tierra-tierra.
Al parecer, estas armas se posicionaron en zonas abiertas,
cercanas a los sistemas de misiles tierra-aire, y se activaron cuando comenzó
la operación israelí, para eliminar las defensas aéreas de los persas.
Esto, se sumaría a la base de drones explosivos que el
Mossad habría logrado instalar en los alrededores de Teherán, según lo confiado
a la BBC por fuentes de seguridad hebreas. Estos habrían sido activados durante
la noche para atacar, entre otras cosas, los misiles tierra-tierra con los que la
república islámica podría responder a la agresión de Tel Aviv.
La infiltración el Mossad también se puede apreciar en el
asesinato de los comandantes y científicos iranies; una operación que indica
que Israel contaba con información de inteligencia precisa sobre la identidad y
la ubicación de estos.
La magnitud de esta infiltración no es menor, y da cuenta
de la superioridad de las capacidades de Tel Aviv. El mencionado Mohammad
Hassaninejad, expresó: “En las primeras horas del ataque, los altos mandos
militares y los rangos operativos iraníes fueron atacados y asesinados. Tal
evento fue posible gracias a la recopilación de inteligencia detallada y
precisa, la presencia sobre el terreno y el recurso a métodos terroristas”.
De hecho, las autoridades iraníes informaron el 25 de junio
sobre la captura de más de 700 presuntos espías, en
tanto que al menos 9 personas habrían sido ejecutadas bajo este cargo.
El 9 de julio Irán reclamó formalmente a la ONU una
investigación sobre el uso de mercenarios contra su país. Hispan TV publicó:
“Citando documentos y pruebas disponibles, la delegación iraní ha enfatizado
que el régimen sionista, mediante la organización de redes mercenarias, ha
llevado a cabo operaciones que incluyen asesinatos selectivos de científicos y
altos comandantes militares, ataques contra civiles, explosiones coordinadas y
el uso de drones armados en lo profundo del territorio iraní”.
Los datos sobre la destrucción de las capacidades militares
iranies pueden ser puestos en cuestión, debido a que provienen de estudios
estadounidenses. Las declaraciones de funcionarios iranies, dan cuenta de que,
efectivamente, sufrieron graves daños; sin embargo, esto no significa un
reconocimiento de la destrucción que afirman israelíes y occidentales.
Sin embargo, dos hechos
inocultables, como son el asesinato de gran parte de la cúpula militar iraní y
la violación del espacio aéreo de los persas por parte de la aviación israelí; demuestran
la supremacía de los hebreos en la guerra, y hacen pensar que el daño sufrido
por el programa de misiles de Teherán -y sus capacidades militares en general-,
se aproxime a la magnitud declarada por Washington y Tel Aviv.