GUERRA CONTRA ISRAEL: OTRA
DERROTA DE IRÁN (VIII)
ATAQUE IRANÍ A BASE ESTADOUNIDENSE EN QATAR (I)
En los días previos al ataque estadounidense, el gobierno
iraní advirtió que, de concretarse este, su respuesta seria decisiva.
El 18 de julio, cuando ya habían comenzado a circular los
informes de que Trump estaba considerando actuar militarmente contra las
instalaciones nucleares iraníes, la televisión estatal de este país leyó una
declaración del ayatolá Alí Jamenei, en la cual este avisaba de que “las
pérdidas que sufrirán en este sentido serán mucho mayores que las que podría
sufrir Irán. La pérdida para Estados Unidos, si entra en este campo -si entra
militarmente-, será, sin duda, una pérdida irrecuperable”.
Una vez consumado el bombardeo, el comandante en jefe del
Ejército de Irán, el general de división Amir Hatami, afirmó, el 23 de junio,
que cada vez que EEUU cometió crímenes contra Irán en el pasado, ha “recibido
una respuesta contundente, y esta vez también será así”.
Ese mismo día, el portavoz del Cuartel General de Jatam
al-Anbiya, el teniente coronel Ebrahim Zolfaghari, dijo que los norteamericanos
enfrentarán “consecuencias graves, lamentables e impredecibles, con operaciones
poderosas y selectivas”.
A pesar de estas declaraciones, lo cierto es que la
respuesta de los iraníes al primer ataque de Estados Unidos a su territorio (los
estadounidenses ya habían atacado barcos de guerra y plataformas petroleras
iraníes en el golfo pérsico en 1987 y 1988, durante la guerra de los persas
contra los iraquíes) -que
golpeó fuertemente tres de los principales centros de su industria nuclear- quedó
bastante lejos de lo prometido por sus dirigentes.
Teherán apuntó hacia uno de los objetivos más importantes
del Pentágono en la región. Esto no es cosa menor. Irán disparó 14 misiles
balísticos sobre la base aérea de Al Udeid, en Qatar.
Se trata del emplazamiento más grande de Washington en
medio oriente. Alberga un cuartel de avanzada del Comando Central de Estados
Unidos (CETCOM) y al Centro de Operaciones Aéreas Combinadas. Este último, es
el que controla todas las operaciones militares de los norteamericanos en
Afganistán, Iraq, Siria y otros 18 países.
La base de Al Udeid es también sede de la 379° Ala Aérea
Expedicionaria. Esta unidad, compuesta por varios escuadrones, cuenta con unos
100 aviones en Qatar, incluyendo aeronaves de combate, transporte, inteligencia
y reabastecimiento (bombarderos B-1 y B-52, cazas F-16, y aviones de transporte
C-17 han operado desde la base).
En Al Udeid están desplegados unos 11.000 soldados
(incluyendo personal de la Fuerza Aérea, la Marina y el Ejército), y cuenta con
una de las pistas de aterrizaje más largas en la región.
El ataque, fue una acción importante de Irán: fue el
segundo ataque de los persas a bases militares norteamericanas, luego del de
2020 a dos instalaciones en Irak, en respuesta al asesinato del comandante
Qasem Soleimani. No
obstante, se trató de una medida más efectista que efectiva, puesto que no buscó
generar daño a la posición estadounidense. Así fue que las instalaciones casi
no fueron afectadas, al igual que la flota de aeronaves, y mucho menos se
registraron pérdidas humanas.
Los iranies no podían dejar sin respuesta el bombardeo de
sus instalaciones nucleares, pero tampoco podían escalar el conflicto con la
primera potencia militar del mundo. Fue por eso que los gobernantes de la
república islámica decidieron avisarle a sus pares en Washington que iban a
tomar represalia contra Al Udeid antes de lanzar los misiles.
De acuerdo con el Teherán Times, Irán informó a Estados
Unidos sobre el ataque con 12 horas de antelación. Sin
embargo, la fuente contactada por este medio, aseguró que en la advertencia no
se había mencionado específicamente ningún emplazamiento. “Después de nuestra
advertencia, evacuaron sus bases en Asia occidental por miedo”, añadió la
fuente.
En realidad, la evacuación de los destacamentos por parte
del Pentágono (en particular la de Al Udeid) había comenzado con anterioridad,
algo de lo que -sin confirmar- dieron cuenta los medios iranies. En
Teherán sabían de esto, y ciertamente lo tuvieron en cuenta a la hora de llevar
a cabo su limitada respuesta.
La prensa estadounidense dio cuenta el 18 de junio que
imágenes satelitales parecían indicar que Al Udeid se encontraba prácticamente
vacía. También se informó que la Armada había trasladado activos fuera de Bahréin
ante cualquier posible ataque iraní.
Russia Today también señaló que, de acuerdo a medios
especializados, la mayoría de las aeronaves de la base habían sido trasladadas
a instalaciones en Europa y oriente medio hace unas semanas ante la posibilidad
de un ataque iraní.
La BBC hizo lo propio el 23 de junio, cuando publicó que,
en los últimos días, imágenes satelitales daban cuenta de que Washington había
retirado decenas de aeronaves de las pistas de Al Udeid.
De una cuarentena de aviones que podían verse en imágenes
publicadas por Planet Labs el 5 de junio -entre ellos Hércules C-130 de
transporte y aviones de reconocimiento-, dos semanas después solo quedaban tres
aeronaves.
El 26 de junio, en tanto, el general de la Fuerza Aérea estadounidense
Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, declaró que, el mismo día del ataque,
“comenzamos a recibir indicaciones y advertencias de que Irán tenía la
intención de atacar las bases estadounidenses en la región esa mañana”.
Caine explicó que, “la mayoría de la gente se había mudado
de la base para ampliar el perímetro de seguridad, lejos de lo que consideramos
que podría ser una zona objetivo”. Por lo que al momento del ataque “solo
quedaban dos baterías Patriot en la base, aproximadamente 44 soldados
estadounidenses responsables de defender toda la base”.
Trump calificó la represalia de los iranies como “una
respuesta muy débil, algo que esperábamos y que hemos contrarrestado con gran
eficacia. Se han disparado 14 misiles: 13 fueron derribados y uno fue liberado,
ya que se dirigía en una dirección no amenazante. Me complace informar que
ningún estadounidense resultó herido y que prácticamente no se produjeron
daños”. El mandatario agregó: “Quiero agradecer a Irán por avisarnos con
antelación, lo que permitió que no se perdieran vidas ni que nadie resultara
herido”.
Dos días después, desde la cumbre de la OTAN en la Haya,
volvió a insistir: “¿Vieron que nos dispararon 14 misiles el otro día? y fueron
muy amables”, dijo sobre los persas. “Nos avisaron. Dijeron: 'Vamos a
dispararles. ¿Es a la una en punto, de acuerdo?'. Dijeron: 'Está bien'. Y
evacuaron a todos de la base para que no pudieran resultar heridos, excepto a
los artilleros. Se llaman artilleros y tenían 14 misiles de alta tecnología que
fueron disparados contra la base de Catar. Los 14, como saben, fueron
derribados por nuestro equipo”.
Pero el presidente estadounidense mintió descaradamente. El
Pentágono informó el 11 de julio que un misil iraní había alcanzado la base.
“El impacto causó daños mínimos a equipos y estructuras de la base”, señaló el
portavoz principal del Departamento de Defensa, Sean Parnell. “La base aérea de
Al Udeid sigue siendo plenamente operativa y capaz de llevar a cabo su misión”,
aseguró.