jueves, 27 de febrero de 2025

 

EEUU CELEBRA A LOS TERRORISTAS SIRIOS (IV)

 

El miércoles 5 de febrero de 2025 el presidente francés, Emmanuel Macron, se convirtió en el primer líder occidental en mantener una comunicación telefónica con Al Sharaa. Desde el Eliseo, manifestaron que Macron le trasladó “el deseo de que el proceso iniciado por las autoridades interinas responda plenamente a las aspiraciones del pueblo sirio”, y que “expresó la voluntad de Francia de apoyar la transición en Siria sobre esta base, tanto a nivel nacional como en el marco europeo e internacional”. 

En tanto que, a través de un comunicado,la presidencia siria informó que Macron había felicitado e invitado a Al Sharaa a Francia. Según la el país árabe, Macron subrayó “los esfuerzos de su país para levantar las sanciones contra Siria y abrir la vía al crecimiento y la recuperación”. Por su parte, el líder sirio aprovechó a agradecerle “por el apoyo de Francia al pueblo sirio en los catorce últimos años”.

En el mismo día, Siria la Autoridad General de Puertos Terrestres y Marítimos de Siria confirmó que llegó a un acuerdo con la empresa naviera francesa de transporte y logística, CMA CGM, para renovar el contrato de operación de la terminal de contenedores del puerto de Latakia (el más grande del país).

CMA CGM -controlada por el franco-libanés, Rodolphe Saade- ha estado administrando la terminal de contenedores de Latakia desde 2009, y su último contrato se renovó en octubre del año pasado, cuando el país todavía estaba gobernado por Bashar Al-Assad.

Dos días después, fue el canciller alemán, Olaf Scholz, quien mantuvo una conversación telefónica con su par sirio. La comunicación duró una hora, y según Reuters, Scholz le transmitió a Al Sharaa sus felicitaciones al pueblo sirio por poner fin al gobierno de Al Assad; así como la voluntad de Alemania de apoyar la reconstrucción de Siria.

De acuerdo a un comunicado del gobierno alemán, ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de Siria de un proceso político inclusivo que permita la participación de todos los sirios y proporcione derechos y protección. Desde la autoridad siria, en tanto, aseguraron que el canciller había invitado a Al Sharaa a visitar Alemania.  

La Conferencia Internacional sobre Siria llevada a cabo en París el 13 de febrero, reunió a representantes de los gobiernos de Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Arabia Saudita, Turquía y Líbano; y tuvo como invitado al ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Asaad Al Shaibani, lo que supuso la segunda visita de alto nivel a Europa de un alto funcionario del nuevo régimen, luego de su presencia en el Foro Mundial de Davos en enero.

En el marco de esta, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, pidió el levantamiento de las sanciones económicas contra Siria. “Estamos trabajando con mis homólogos europeos para lograr un rápido levantamiento de las sanciones sectoriales y económicas adoptadas para aislar al régimen de Asad. Estas sanciones, ya sean de la ONU, europeas o nacionales, han contribuido a la caída del régimen sirio. Ya no pueden ser un obstáculo para la recuperación y reconstrucción de Siria”, dijo Barrot.

“Hacemos un llamamiento a un alto el fuego generalizado en todo el territorio sirio, incluidos el norte y el noreste, y al fin de la injerencia extranjera, también en el sur”, agregó. “Queremos que Siria deje de ser utilizada para desestabilizar la región, se concentre en el éxito de la transición y la recuperación de su país”, señaló.

“En primer lugar, debemos permitir la rápida llegada de ayuda humanitaria, que los sirios todavía necesitan en gran medida, pero también facilitar los flujos financieros y comerciales necesarios para reconstruir el país”, dijo. “Para lograrlo, debemos asegurarnos de que el país se encuentre en un entorno propicio para su pacificación, reunificación y reintegración regional. Con este fin, estamos dispuestos a apoyar a las autoridades de transición sirias para lograrlo”, agregó. Barrot aseguró que Francia aportará 50 millones de euros en 2025 para ayudar a estabilizar Siria.

El Reino Unido también manifestó que adaptaría sus sanciones contra Siria. “Estamos haciendo estos cambios para apoyar al pueblo sirio en la reconstrucción de su país y promover la seguridad y la estabilidad”, dijo Stephen Doughty, ministro para Europa, América del Norte y Territorios de Ultramar.

En su declaración final, los participantes -menos Estados Unidos- dijeron que trabajarían para “garantizar el éxito de la transición posterior a Assad en el marco de un proceso dirigido y controlado por Siria en el espíritu de los principios fundamentales de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Finalmente, la Unión Europea suspendió el 24 de febrero una serie de sanciones contra Siria con efecto inmediato. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaron suspender las restricciones al sector energético que abarcaban el petróleo, el gas y la electricidad; así como las sanciones al sector del transporte. También levantaron la congelación de activos de cinco bancos, aliviaron las restricciones al Banco Central sirio y extendieron indefinidamente una exención para facilitar la entrega de ayuda humanitaria.

El respaldo de estadounidenses y europeos al nuevo gobierno en Damasco -incluido el relajamiento de las sanciones- continua pese a que las exigencias sobre el respeto a los derechos y a la integración de todos los sectores del pueblo sirio no estarían siendo cumplidas por los islamistas.

El tan mentado Diálogo Nacional, celebrado el 25 de febrero en el palacio presidencial de Damasco, acordó formar un comité para redactar una constitución que consagre la justicia, la libertad y la igualdad para todos. La declaración de clausura también pidió defender la libertad de expresión y preservar la “coexistencia pacífica entre todos los componentes de la sociedad siria”.  

Sin embargo, pese a estas consideraciones, no se avanzó en definiciones precisas sobre el futuro del país; como podría haber sido la integración del anunciado gobierno que asumirá el primero de marzo. El 12 de febrero -un día antes de viajar a Francia, y en el marco de la Cumbre Mundial de Gobiernos que se celebró en Dubái- el ministro de Exteriores sirio oportunamente dio a conocer la instauración de un nuevo gobierno que refleje la “diversidad” del pueblo sirio, y que sucederá a la actual dirección interina.

Por las dudas, Al Shibani aclaró: “El gobierno que se constituirá el 1 de marzo representará al pueblo sirio en la medida de lo posible y tendrá en cuenta su diversidad”. Y agregó que, “todas las reformas y cambios introducidos en los dos últimos meses con relación a la hoja de ruta política han sido (...) el resultado de consultas con la diáspora siria y la sociedad civil dentro del país”. Lo cual contrasta con el hecho de que la mayoría de los ministros de la administración actual son del HTS o de grupos aliados.  

Lo cierto es que la transición política siria sigue fuertemente controlada por el HTS. La Conferencia no contó con ningún miembro de la administración autónoma liderada por los kurdos en el noreste, dijeron a Reuters funcionarios de esta.   

Según la agencia británica, cinco de los siete miembros del comité que preparó la conferencia pertenecen al HTS o son cercanos al grupo; en tanto que no hay ningún miembro druso o alauita, ambas minorías importantes en el país.

Tampoco hay indicios de que los fundamentalistas islámicos que gobiernan Siria hayan flexibilizado sus posiciones. El 12 de febrero el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, expresó su preocupación por los informes sobre prácticas discriminatorias contra las mujeres y el aumento de las presiones sociales hacia determinadas normas. De hecho, Al Sharaa se negó a darle la mano a la ministra de exteriores de Alemania cuando se reunieron junto con el canciller francés.

Pero nada de esto le preocupa a occidente. Tanto en Bruselas, como en Washington, sabían que sus apelaciones a la moderación y a evitar el sectarismo no serian cumplidas por el HTS. Ni a los estadounidenses ni a los europeos les importan los derechos humanos, solo se trata de mantener apenas las formas, para continuar con su alianza con los yihadistas; alianza con la que le arrebataron el control de Siria a los rusos.

 

EEUU CELEBRA A LOS TERRORISTAS SIRIOS (III)

 

El 6 de enero, Estados Unidos emitió una exención para las transacciones con instituciones gubernamentales sirias, con el propósito de facilitar la asistencia humanitaria, habilitar algunas transacciones en el sector de energía, así como el envío de remesas. La medida, conocida como licencia general, no elimina ninguna sanción, sino que las suspende por seis meses, hasta el 7 de julio.

El Tesoro de Estados Unidos dijo que la medida buscaba “ayudar a garantizar que las sanciones no impidan los servicios esenciales y la continuidad de las funciones de gobierno en toda Siria, incluido el suministro de electricidad, energía, agua y saneamiento”. Por lo que también autoriza transacciones relacionadas con la venta, suministro, almacenamiento o donación de energía, incluidos petróleo y electricidad, hacia Siria o dentro de ella.

“El fin del régimen brutal y represivo de Bashar al-Assad, respaldado por Rusia e Irán, brinda una oportunidad única para que Siria y su pueblo se reconstruyan”, dijo el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en un comunicado. “Durante este período de transición, el Tesoro seguirá apoyando la asistencia humanitaria y la gobernanza responsable en Siria”, agregó.

Maher Khalil al-Hasan, ministro de Comercio del gobierno interino de Siria, dijo el lunes que el país no podía hacer acuerdos para importar combustible, trigo u otros bienes clave debido a las estrictas sanciones estadounidenses, a pesar de que muchos países, incluidos los estados árabes del Golfo, deseaban hacerlo. Siria se enfrenta a una “catástrofe” si las sanciones no se congelan o se levantan pronto, afirmó.

Por más que se trate de una exención y que las sanciones contra el gobierno sirio, su Banco Central y el Hayat Tahrir al-Sham (HTS) sigan vigentes; se trata de un claro respaldo a la nueva administración. De hecho, durante la guerra, Washington supo autorizar algunas actividades económicas en zonas que no estaban bajo el control del régimen anterior.

El 3 de enero, los ministros de Exteriores de Alemania y Francia, se convirtieron en los primeros ministros de la UE en reunirse con el nuevo gobierno sirio. En declaraciones a los periodistas, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, expresó sus deseos de una Siria “soberana, estable y pacífica”; así como su “esperanza de que las aspiraciones de todos los sirios puedan realizarse”, aunque añadió, “pero es una esperanza frágil”.

Luego de su encuentro con Al Sharaa, Baerbock dijo que viajaron a Damasco “para discutir si es posible un proceso político inclusivo y si los derechos humanos pueden verdaderamente garantizarse. Toda la cuestión del levantamiento de las sanciones está vinculada a esto”. Baerbock dijo que las relaciones del nuevo gobierno sirio con Alemania y la UE estarán condicionadas a que las mujeres y los hombres de todas las creencias étnicas y religiosas desempeñen un papel en el nuevo sistema político y que estén protegidos. “Europa apoyará” a Siria en su transición, “pero no financiará nuevas estructuras islamistas”, declaró Baerbock al final de su visita.

Antes de partir hacia la capital siria, la ministra del gobierno alemán había afirmado en un comunicado: “Sabemos de dónde viene ideológicamente HTS y lo que ha hecho en el pasado, pero también escuchamos y vemos el deseo de moderación y entendimiento con otros actores importantes”.

El 10 de enero el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, se convirtió en la tercera autoridad europea en visitar Siria, donde se reunió con Ahmed al Sharaa, y con su homólogo, Asaad al Shibani.

“Italia está dispuesta a poner de su parte para favorecer el proceso de reformas en Siria. Tenemos aquí al embajador y queremos estar cerca del pueblo sirio, apoyándolo en todos los ámbitos. Queremos relanzar la cooperación económica en sectores cruciales. Queremos ser un puente entre la nueva Siria y la UE”, declaró Tajani ante la prensa.

En aquella oportunidad, el ministro habló de la cooperación entre Siria e Italia en sectores cruciales como la energía, las infraestructuras y la sanidad, y añadió que podrían iniciarse colaboraciones culturales entre las universidades de ambos países.

En tanto que el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Asaad al Shibani, volvió a remarcar que “las sanciones impuestas a Siria son un obstáculo para la recuperación del país”. “Acogemos con satisfacción el llamamiento del ministro de Asuntos Exteriores italiano para que se levanten las sanciones contra Siria”, añadió ante los medios. Para congraciarse con su interlocutor, también aseguró que estaban trabajando para que los refugiados sirios retornen al país.

Las palabras del canciller italiano representaban las posiciones de Europa y Estados Unidos. Un día antes, se habían reunido en Roma para discutir el futuro de Siria los ministros de Exteriores de Italia, Francia y Alemania, junto con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y la Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas.

En sus redes sociales, Kallas publicó: "En Roma reiteramos la necesidad de un gobierno inclusivo que proteja a todas las minorías. La UE podría suavizar gradualmente las sanciones siempre que haya progresos tangibles”.

Antes de la reunión en Roma, Tajani también mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan. En un comunicado difundido por la cancillería italiana, se expresaba que, “existe una voluntad común de trabajar juntos para fomentar un proceso político inclusivo en Siria que conduzca a la completa pacificación y estabilización del país”. “Los dos ministros coincidieron en la importancia de acompañar a las autoridades sirias de facto en el proceso de transición en curso y en la necesidad de apoyar al país para afrontar los retos socioeconómicos al término del conflicto civil”, se añadió.

El jueves 16 de enero fue el turno de España. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, se reunió en Damasco con Al Shara, y abogó por un levantamiento progresivo de las sanciones. Albares subrayó que dichas medidas fueron dirigidas al régimen anterior y no contra los nuevos dirigentes ni la población siria, y aseguró que el nuevo liderazgo ha ofrecido “garantías” para cumplir con compromisos clave que facilitarían el apoyo de la UE.

Albares aseguró que con Al Sharaa abordaron cuestiones sensibles como los derechos de las mujeres, la protección de minorías religiosas, el control de armas químicas y la eliminación de laboratorios ilegales de drogas. El ministro afirmó que las respuestas recibidas son una señal positiva sobre el camino que planea seguir el nuevo Gobierno.

El 4 de febrero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió al nuevo mandatario sirio. Se trató de su segunda visita oficial al extranjero, después de su viaje a Arabia Saudita a principios de febrero. Tras la reunión, en una conferencia de prensa conjunta, el nuevo líder sirio dijo que Turquía y Siria estaban planeando una “estrategia conjunta” en materia de seguridad. Específicamente, Al Sharaa reveló: “Discutimos las amenazas que impedirían la unidad de las tierras sirias en el noreste de Siria”, aludiendo a la presencia de las fuerzas kurdas en la frontera entre ambos países.

Por su parte, el mandatario turco afirmó que Ankara y la administración siria están de acuerdo en todos los asuntos. Erdogan elogió el coraje del pueblo sirio en su lucha contra el antiguo régimen opresor. “No dejamos solos a nuestros hermanos sirios durante los tiempos difíciles, y continuaremos brindándoles el apoyo necesario en esta nueva fase”, destacando que Turquía había estado al lado del pueblo sirio sin vacilaciones desde el principio.

Erdogan calificó la visita de Al Sharaa a Turquía como histórica, marcando el comienzo de una amistad y cooperación duraderas entre los dos países. “Hablé con mi querido hermano, Al Sharaa, sobre los pasos conjuntos que podemos tomar para establecer la seguridad y la estabilidad económica en Siria”, agrego. También señaló que Ankara reabrió su embajada en Damasco y que pronto establecería un consulado en Alepo.

Se cree que el encuentro entre presidentes abordó la firma de un acuerdo de defensa que, entre otras cosa, consolidaría, e inclusive ampliaría las bases y la presencia militar turca en Siria.

Erdogan no solo blanqueó el apoyo de su gobierno a los yihadistas durante la guerra, sino que, dentro del bando estadounidense, se ha constituido como el principal respaldo del nuevo régimen. Las exportaciones turcas a Siria aumentaron un 20% en diciembre del año pasado y un 38% en enero de 2025, según recoge Reuters en base a datos de la Asamblea de Exportadores Turcos.

Las exportaciones turcas de maquinaria aumentaron un 244% en enero; las de cemento, vidrio y cerámica crecieron un 92%, las de metales un 73%; y los envíos de frutas y verduras se triplicaron.

El boicot económico al gobierno de Al Assad por parte de Ankara fue claro. De acuerdo a los datos oficiales turcos, en 2024, sus exportaciones a Siria ascendieron a 2.200 millones de dólares, mientras que sus importaciones fueron de 437 millones de dólares. En cambio, según Bilgehan Engin, presidente de la Asociación Turca de Transporte y Logística, las exportaciones “podrían ser de más de 6 mil millones de dólares si el comercio no se viera afectado por los acontecimientos en Siria en los últimos 13 años”.

Pero con las nuevas autoridades en Damasco, Ankara ha tomado medidas para proporcionar electricidad y restablecer los vínculos bancarios. Además, el 23 de enero de 2025 Turkish Airlines ya era una de las pocas aerolíneas que habían reanudado sus vuelos a Damasco, tras una suspensión de 13 años. En esa línea, el 7 de febrero Turquía envió un equipo técnico de 25 miembros para comenzar a trabajar en la restauración del Aeropuerto Internacional de Damasco, confirmó el 16 de febrero el ministro de Transporte e Infraestructura del país, Abdulkadir Uraloglu. Ankara también envió equipamiento para la operativa del aeropuerto.

Finalmente, el 8 de febrero, el gobierno turco decidió levantar todas las restricciones a las exportaciones e importaciones a -y desde- Siria, así como a las mercancías en tránsito; por lo que volverán a estar sujetas a las mismas condiciones que se aplican a otros países.

lunes, 24 de febrero de 2025

 

SIRIA: OTRA DERROTA RUSA A MANOS DE ESTADOS UNIDOS (VIII)

 

LA DERROTA RUSA II

El 16 de diciembre la CNN ratificaba las informaciones sobre la retirada rusa de Siria, señalandoque, según dos funcionarios estadounidenses y un funcionario occidental familiarizados con la inteligencia, Rusia comenzó a trasladar una gran cantidad de equipo militar de Siria a Libia, donde Moscú estaría presionando a quien detenta el poder en el este de Libia, Khalifa Haftar (con quien mantiene vínculos), para asegurarse un puerto en Bengasi. Estos calificaron la retirada rusa como a gran escala y significativa, aunque aclararon que no estaba claro si era permanente.

Dos días antes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que no podía hacer comentarios sobre esta supuesta retirada. Sin embargo, el secretario de prensa del Pentágono, el general Patrick Ryder, dijo el 16 de diciembre que Estados Unidos estaba operado con mayor libertad en los cielos sirios porque los sistemas de defensa aérea rusos ya no se estaban utilizando dentro del país.

Independiente de la veracidad de estos movimientos, lo cierto es que no bien derrocado Al Assad, el gobierno de Putin inició contactos con los rebeldes para garantizar la seguridad de sus dos bases. La agencia estatal RIA Novosti aseguró que los insurgentes les habían garantizado a las autoridades rusas que las instalaciones militares y sus sedes diplomáticas en el país no corrían peligro; algo confirmado por el propio Putin el jueves 19 de diciembre: “La mayoría abrumadora de ellos nos dice que estarían interesados en mantener nuestras bases militares en Siria”.

A finales de diciembre, su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que Moscú no había recibido ninguna solicitud de Damasco para revisar los acuerdos relativos a las bases rusas en Siria, añadiendo que estaban allí de conformidad con los tratados firmados. En tanto que Ahmed Al-Sharaa, destacó que Damasco tiene “intereses estratégicos” y que “no queremos que Rusia salga de Siria de una manera que socave su relación con el país”. En aquella oportunidad, el nuevo líder sirio nombró a Rusia como el “segundo país más poderoso del mundo”; una más que elocuente explicación de porque el nuevo régimen no está interesado en entrar en conflicto con quien fue el principal apoyo de su enemigo.

En un artículo del 2 de enero de 2025, Middle East Monitor daba como un hecho que Rusia estaba trasladando material militar desde Tartús a Rusia y al este de Libia, donde tiene presencia militar desde 2018.

El 15 de enero el mismo medio informó que las nuevas autoridades sirias se negaron a permitir la entrada a un barco ruso que venía a retirar equipo militar del país. Aparentemente, el Moscow Times publicó que un buque de carga, llamado Sparta II, había estado a la deriva cerca del puerto de Tartús desde el 5 de enero, después de haber salido del puerto ruso de Baltiysk el 11 de diciembre.

El artículo del Middle East Monitor vuelve a señalar que los eslavos han estado desmantelando e intentando transportar su equipo militar y sistemas de defensa aérea fuera de Siria. Se trataría del traslado de radares de defensa aérea y más de 100 camiones con equipos al puerto de Tartús para evacuarlos por barco, pero que hasta aquel momento, no se habría permitido que ninguno atraque para recoger los equipos y el personal.

Supuestamente, el barco estaba esperando la autorización del nuevo gobierno, por lo que hasta esa fecha, la base aérea de Hmeimim habría sido la única ruta de evacuación rusa.

También se informó que las nuevas autoridades sirias habrían cancelado el contrato firmado por Al Assad con una empresa rusa para gestionar y operar el puerto comercial de Tartús -el segundo puerto más grande del país después del puerto de Latakia-, aunque Damasco no confirmó estas informaciones. El contrato es independiente del acuerdo militar entre Moscú y Damasco sobre la base de Tartús.

Citando al jefe de aduanas de Tartús, Riad Joudy, el 23 de enero el diario sirio Al-Watan indicó que el contrato de inversión había sido cancelado después de que la empresa constructora rusa STG Stroytransgaz no cumpliera los términos del acuerdo de 2019, que incluían inversiones en infraestructura. Esta información fue confirmada por tres empresarios sirios, uno de los cuales trabaja en el puerto de Tartús.

De la misma forma que las nuevas autoridades sirias se ven obligadas a negociar con Rusia, lo mismo sucede con el Kremlin. A Moscú no le importa que se trate de terroristas, lo único que le interesa es mantener su posición estratégica en el Mediterráneo.

Por lo que, finalmente, la primera delegación rusa desde el derrocamiento del régimen de Bashar al Assad llegó a Damasco el 28 de diciembre. La comitiva estuvo encabezada por el viceministro de Asuntos Exteriores, Mijail Bogdanov, y el enviado especial del presidente para Siria, Aleksandr Lavrentiev. La visita se produjo pocos días después de que la UE vinculara el levantamiento de las sanciones a Siria a la retirada de las fuerzas extranjeras de su territorio. La UE ha instado a las autoridades sirias a exigir a Rusia que desocupe sus bases militares en Hmeimim y Tartús. Fueron recibidos por el nuevo líder sirio, Ahmed al Sharaa, su ministro de Exteriores, Asaad al Shaibani, y el ministro de Sanidad, Maher al Sharaa.

Luego de un encuentro que duró 3 horas, los dirigentes sirios dijeron en un comunicado oficial: “La nueva administración… enfatizó que el restablecimiento de las relaciones debe abordar los errores pasados, respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses”. Según el comunicado, la delegación rusa mostró su “apoyo a los cambios positivos que se están produciendo en Siria”, y que en la reunión se abordó “el papel de Rusia en la reconstrucción de la confianza con el pueblo sirio a través de medidas concretas como la indemnización, la reconstrucción y la recuperación”.

Por su parte, Bogdánov comentó que, “subrayamos que los acontecimientos vividos por Siria en los últimos años y el cambio que se ha producido en el liderazgo de la nación no cambiarán la naturaleza de las relaciones entre nuestros dos países y que Rusia siempre está dispuesta a ayudar a estabilizar la situación y alcanzar soluciones adecuadas para diversos problemas económicos y sociales”. Además de asegurar que “el trabajo en estos proyectos debe continuar con las nuevas autoridades en Siria.

Al abordar el tema de las bases, el viceministro indicó que “hasta ahora no ha habido cambios en el estado de las instalaciones rusas en Tartús y Hmeimim, y se acordó continuar el diálogo en profundidad sobre varios aspectos de la cooperación bilateral”. De acuerdo a fuentes de la nueva administración siria, Al Sharaa dejó claro que “no habrá ningún movimiento inmediato contra los intereses militares rusos”.

La Cancillería rusa comunicó, a su vez, que durante las conversaciones en la capital siria “se acordó continuar los contactos bilaterales con vistas a alcanzar los acuerdos pertinentes con el ánimo de seguir reforzando los multifacéticos lazos y el entendimiento mutuo entre Moscú y Damasco, incluidos los aspectos de política exterior”.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó la visita de “viaje importante”. “Es necesario construir y mantener un diálogo permanente con las autoridades sirias, que es lo que seguiremos haciendo”. Rusia ha declarado que su embajada en Damasco no ha cerrado las puertas y que mantiene contactos “diarios” con las nuevas autoridades sirias.

Según varios informes no confirmados, los sirios han pedido a Rusia la extradición de Assad y la transferencia de 2.000 millones de dólares que el ex dictador tendría en bancos rusos. Cuando los periodistas le preguntaron el miércoles sobre estos requerimientos, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a responder.

El 3 de febrero desde el Kremlin se adelantó que querían continuar las negociaciones con Siria, incluido el destino de su base militar de Tartús. Consultado sobre la delegación rusa que visitó la capital siria, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que “durante las conversaciones, las dos partes acordaron continuar los contactos”, agregando que “hay muchos temas que discutir”.

El 12 de febrero el Kremlin informó que Vladimir Putin, mantuvo una conversación telefónica con Al Sharaa; la primera comunicación directa del presidente ruso con el nuevo liderazgo sirio. Desde Moscú no se hizo mención a las discusiones sobre el destino de las bases.

En tanto que desde la presidencia siria se dijo que Putin había invitado al ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad Hassan al-Shibani, a visitar Moscú; y que le había transmitido a Al Sharaa que estaba dispuesto a reconsiderar los acuerdos firmados entre ambos países bajo el gobierno de Al Assad.

Los eslavos se juegan mucho en su trato con las nuevas autoridades en Damasco. Recientemente, Siria había recobrado su valor estratégico para Moscú. Rusia ha estado utilizando sus bases aéreas y navales en el país árabe como punto de tránsito para sus crecientes actividades en África, lo que significa que, de fracasar las negociaciones con el gobierno sirio, necesitará encontrar una alternativa para no quedarse sin un puerto en el Mediterráneo.

Por lo pronto, Bogdánov -luego de su visita al país- pidió que se retiren las sanciones económicas contra Damasco; y según el Middle East Monitor, el Banco Central de Siria confirmó que recibió el 14 de febrero 300 mil millones de libras sirias (unos 30 millones de dólares) de Rusia; aunque se trata de parte de un contrato firmado con el gobierno de Al Assad, que tendría que haber llegado a fines del año pasado.

 

SIRIA: OTRA DERROTA RUSA A MANOS DE ESTADOS UNIDOS (VII)

 

LA DERROTA RUSA I

Con la caída de Al Assad los rusos pierden a uno de los pocos aliados que le iban quedando. Hasta hace poco, Siria albergaba la única base militar de los eslavos fuera de lo que alguna vez fue el espacio soviético (recientemente el Kremlin se habría instalado en Libia y otros puntos de África). Y si bien es cierto que el destino de sus bases todavía es incierto, la posición de los eslavos en el país árabe ha quedado bastante precaria.

El vínculo con Siria viene desde mediados del siglo pasado, cuando Moscú reconoció su independencia de Francia en 1944. En 1971, cuando Hafiz Al-Assad tomó el poder, buscó estrechar los vínculos militares y económicos con el Kremlin, lo que lo llevó a concederle a la URSS una base naval en la provincia de Tartús, en la costa mediterránea siria.

La base en Tartús, así como la base aérea de Hmeimim, en Latakia (la otra que poseen en Siria), cumplen una función estratégica muy importante para Rusia. El puerto de Tartús es uno de los pocos puertos de aguas cálidas (permanece libre de hielo todo el año) al que tienen acceso los rusos. Es el único centro de reparación y reabastecimiento que poseen en el Mediterráneo, lo que les asegura su conexión marítima con el sudoeste del planeta. A pesar de que la instalación tenía una capacidad limitada, era importante para las comunicaciones navales, la logística y el reabastecimiento de combustible de la armada soviética -y posteriormente de la rusa- en la zona.

En 2017, Bashar Al Assad, amplió el tratado firmado por su padre, renovando el alquiler de la instalación naval durante los próximos 49 años, de forma gratuita y con jurisdicción soberana completa de Moscú. Por su parte, la base aérea de Hmeimim, al sur de Latakia, fue establecida por el gobierno de Putin en 2015, mientras aceleraba sus bombardeos sobre la insurgencia siria.

Para proteger su posición en el Mediterráneo fue que Rusia salió en defensa de su alianza con los Al Assad, cuando la guerra se tornaba adversa para el régimen. El 30 de septiembre de 2015, aviones militares rusos bombardearon objetivos en el país árabe por primera vez.

Moscú usó su moderna fuerza aérea y miles de soldados para para recuperar el grueso del territorio perdido a manos de la oposición y mantener a Al Assad en el poder. En 2017, Putin visitó la base aérea de Hmeimim y declaró que la misión había sido cumplida. Sin embargo, aunque en los primeros días del levantamiento de noviembre de 2024 la aviación rusa bombardeó las posiciones opositoras, esta vez no pudieron frenar su avance sobre la capital.

El escenario no es el mismo que hace diez años. La guerra en Ucrania acapara los recursos del Kremlin, y los rusos parecen haber dejado en claro que no poseen las capacidades para afrontar dos frentes al mismo tiempo. Hadi al-Bahra -líder de La Coalición Nacional Siria- le dijo a Reuters que se sintieron animados a avanzar porque Rusia estaba proporcionando menos cobertura aérea a las fuerzas de Al Assad, debido al “problema de Ucrania”.

Independiente de lo que finalmente suceda con las bases, el Kremlin habría comenzado a retirar sus fuerzas navales de Tartús a medida que los grupos de la oposición siria avanzaban por el noroeste y el centro del país. Middle East Monitor informaba -en base a análisis de inteligencia públicos y al medio Naval News- que a las primeras horas del lunes 2 de diciembre de 2024, un buque ruso –el auxiliar Yelnya, un petrolero de reabastecimiento de la clase Altay del Proyecto 160 fue visto saliendo del puerto. Posteriormente, las imágenes satelitales mostraron que también habían retirado otro buque auxiliar, tres fragatas y un submarino.

Esto significaría que los eslavos habrían sacado todos los buques que tenían estacionados en Tartús. El diario español Publico, por su parte, sin ratificar lo anterior, asegurabael 9 de diciembre que los rusos llevaban semanas retirándose de Latakia y Tartús.

Lo cierto, es que el 7 de diciembre el ministro ruso de exteriores fue consultado acerca de estos reportes. Lavrov respondió, “hay maniobras militares en el Mediterráneo. Quizá sus imágenes de satélite lo confundieron con otra cosa”. Ciertamente -con el levantamiento ya en marcha-, Rusia había anunciado el martes 3 de diciembre maniobras navales de gran magnitud en el Mediterráneo Oriental, cerca de las costas de Siria.

El 8 de diciembre, en el mismo comunicado en el que el Ministerio de Exteriores ruso anunció que Al Assad había dejado el país, también informó que sus bases en Siria estaban “en estado de máxima alerta”, pero que “no había ninguna amenaza seria para ellas en este momento”. En ese momento, la avanzada opositora ya había alcanzado la costa mediterránea siria: el 9 de diciembre CNN informó de un video que mostraba la caída de un monumento a Al Assad en Tartús. Además del control territorial por parte de las fuerzas anti Assad, Israel ya había llevado a cabo varios ataques sobre Tartús y Latakia.   

El 13 de diciembre, tanto Reuter como CNN informaron que imágenes satelitales publicadas por Maxar mostraban que Rusia parecía estar empacando equipo militar en Hmeimim. “Dos aviones de transporte pesado An-124 están en el aeródromo, ambos con sus conos frontales levantados y preparados para cargar equipo/carga”, dijo Maxar. “Cerca, un helicóptero de ataque Ka-52 está siendo desmantelado y probablemente preparado para el transporte, mientras que elementos de una unidad de defensa aérea S-400 se están preparando de manera similar para partir de su lugar de despliegue anterior en la base aérea”.  

En tanto que, la base de Tartús, "sigue prácticamente sin cambios desde nuestra cobertura de imágenes del 10 de diciembre, con dos fragatas que siguen siendo observadas en alta mar", dijo Maxar.

El sábado 14 de diciembre un avión de carga ruso partió de Latakia rumbo a Libia, le dijo un funcionario de seguridad sirio estacionado afuera de la instalación a Reuters. la agencia de noticias informó que ese día se había observado un aumento de la actividad en la base. Además del avión de carga que partió, se vio un avión de carga Ilyushin II-76 y un helicóptero Alligator aterrizando en la base. También se vieron helicópteros volando dentro de la base, y un avión SU-34 aterrizó para reabastecerse.

Un día después, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso informaba que su Embajada en Damasco continuaba su labor. Sin embargo, al mismo tiempo, daba cuenta de la evacuación de parte del personal de la misión diplomática a Moscú.

El 16 de diciembre, Middle East Monitor también publicó que dos aviones de transporte militar rusos Ilyushin habían despegado del Aeropuerto Internacional de Qamishli, en la provincia del noreste de Siria, Hasakah. Imágenes satelitales habrían revelado anteriormente preparativos para la retirada de las tropas rusas de Qamishli.

viernes, 14 de febrero de 2025

 

SIRIA: OTRA DERROTA RUSA A MANOS DE ESTADOS UNIDOS (VI)

 

OBJETIVOS COMUNES DE EEUU E ISLAMISTAS

No se trata de negar las diferencias entre Estados Unidos y los extremistas que ahora gobiernan siria. Es cierto que existen entre ellos posiciones e intereses contradictorios. Sin embargo, la alianza entre occidente y los yihadistas fue posible gracias a que perseguían objetivos comunes. El futuro de esta asociación, como indica la historia, dependerá de los planes de Washington; en lo que respecta a los islamistas, los intentos por congraciarse con los estadounidenses son elocuentes.

En un documental de la PBS del 2021 el ahora nuevo mandatario sirio, Ahmed Al Sharaa, rechazó la designación de terrorista hacia él y hacia el Hayat Tahrir al-Sham (HTS), asegurando que su grupo no supone una “amenaza de seguridad para Europa y Estados Unidos”. En el mismo documental, el entonces Representante Especial de Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, reveló que recibieron mensajes desde el HTS, en los cuales los insurgentes afirmaban: “Queremos ser sus amigos. No somos terroristas. Sólo estamos luchando contra Assad”.

Justo después de derrocar al régimen de Al Assad, en su discurso de la Mezquita de los Omeya del 8 de diciembre de 2024, el líder del HTS expresó, con respecto a Estados Unidos, que “sus intereses son comprendidos en la nueva Siria”.

Ya asentado el poder, el 20 de enero, Al Sharaa felicitó a Donald Trump por su investidura. “Estamos seguros de que él es el líder que traerá la paz al Medio Oriente y restablecerá la estabilidad en la región”, mencionó. Y añadió que espera mejorar las relaciones entre los dos países.

A principios de febrero el nuevo mandatario sirio le concedió una entrevista a The Economist, en la que volvió a afirmar su voluntad de restablecer los lazos con Washington en los próximos días. También reiteró sus elogios para con el Republicano: “Creo que el presidente Trump busca la paz en la zona, y es una prioridad máxima levantar las sanciones. Los Estados Unidos de América no tienen ningún interés en mantener el sufrimiento del pueblo sirio”.

Además de la mención a las sanciones, tampoco soslayó otro tema sensible; las tropas del Pentágono en su país. “A la luz del nuevo estado sirio, creo que cualquier presencia militar ilegal no debería continuar. Cualquier presencia militar en un estado soberano debería tener lugar bajo un cierto acuerdo, y no ha habido tal acuerdo entre nosotros y los Estados Unidos de América”.

Como bien explica la CNN, los yihadistas del HTS buscaron en todo momento congraciarse con Washington: “Jolani (Sharaa) se esmeró en su carrera hacia Damasco para asegurarse de que el presidente de Estados Unidos Joe Biden e incluso el presidente electo Donald Trump conozcan sus intenciones. No es casualidad que eligiera una cadena de televisión estadounidense, CNN, y no una árabe, para una entrevista clave en los días previos a derrocar a Al Assad, en la que afirmó que se había distanciado de otros yihadistas debido a sus tácticas brutales”.

En el viejo continente entienden los mismo. Euro News comentaba: “La Administración de Al Sharaa está trabajando para conseguir que los países occidentales retiren las sanciones impuestas en los últimos años contra el desaparecido régimen. La Administración islamista trata de ofrecer una imagen moderada y prooccidental desde la caída de los Al Assad, permitiendo el paso y la labor de los periodistas en el país, así como la presencia de mandatarios extranjeros”.

Las diferencias entre miembros de un mismo bando se expresan claramente en la relación del nuevo gobierno sirio con Israel. Al Sharaa nunca intentó ocultarlas, sin embargo, en su primera alusión a Israel, dejó en claro que no buscaba entrar en conflicto con el país hebreo.

En una entrevista con Siria TV el 14 de diciembre, el líder de HTS fue consultado sobre la campaña militar de Tel Aviv en su país. “Los argumentos israelíes se han vuelto débiles y ya no justifican sus recientes violaciones. Los israelíes claramente han cruzado las líneas de compromiso en Siria, lo que plantea una amenaza de escalada injustificada en la región”.

No obstante, a continuación, aclaró –sin mencionar específicamente a Israel- que “la situación de Siria, cansada de la guerra, después de años de conflicto, no permite nuevas confrontaciones. La prioridad en esta etapa es la reconstrucción y la estabilidad, no verse arrastrada a disputas que podrían conducir a una mayor destrucción”.

El 16 de enero de 2025 Al Sharaa dijo que su país estaba dispuesto a recibir a las fuerzas de la ONU en la zona de contención de los Altos del Golán. El nuevo mandatario le señaló a Reuters: “El avance de Israel en la región se debió a la presencia de las milicias iraníes y de Hezbolá. Después de la liberación de Damasco, creo que no tienen ninguna presencia en absoluto. Son pretextos que Israel está utilizando hoy para avanzar en las regiones sirias, en la zona de contención”.

En la mencionada entrevista con el The Economist también se le consultó sobre la normalización las relaciones con Tel Aviv. “Queremos la paz con todas las partes”, aseguró, pero no negó sus resquemores. “Tenemos muchas prioridades por delante, por lo que es demasiado pronto para discutir un asunto así porque requiere una amplia opinión pública. También requiere muchos procedimientos y leyes para poder discutirlo, y para ser honestos, aún no lo hemos considerado”, comentó. 

Sin soslayar la historia que enemista al mundo árabe y a los islamistas con Israel, en Tel Aviv seguramente tengan la certeza de que, al igual que las monarquías árabes, Turquía y el resto de los aliados estadounidenses en la región, los sirios serán socios confiables que respetaran sus intereses y no supondrán una amenaza real más allá de alguna declaración altisonante.

Por el contrario, los lazos con Turquía parecen carecer de toda rispidez. El 4 de febrero el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, recibió a Al Sharaa, en lo que fue su segunda visita oficial al extranjero, después de su viaje a Arabia Saudita. En esa instancia, el nuevo líder sirio dijo que Turquía y Siria estaban planeando una “estrategia conjunta” en materia de seguridad: “Discutimos las amenazas que impedirían la unidad de las tierras sirias en el noreste de Siria”, aludiendo a la presencia de las fuerzas kurdas en la frontera entre ambos países.

Al Sharaa afirmó que el pueblo sirio “nunca olvidará el apoyo histórico de Turquía” a lo largo de la revolución. “Extiendo mi gratitud al presidente Erdogan por esta postura. El pueblo sirio nunca olvidará lo que Turquía ha hecho por Siria en los últimos años”, agregó.

También destacó los profundos lazos históricos entre ambos países, y señaló que “la revolución siria y el compromiso de Turquía con ella han fortalecido estas relaciones”. A su vez, describió los vínculos actuales como “fraternales y excepcionales”, y destacó la necesidad de transformarlos en una “asociación estratégica profunda en todos los sectores”.

Similar es la situación con las monarquías árabes. A propósito de Arabia Saudita, mencionó que tiene un gran papel que desempeñar en el futuro de Siria. En su visita al Riad de febrero de 2025 -su primera visita al extranjero- refrendó estas palabras al constatar la “voluntad real” de los saudíes de “apoyar a Siria en la construcción de su futuro”, según consignó un comunicado divulgado por Damasco.

“Hablamos de grandes proyectos para el futuro, en los ámbitos de la energía, la educación y la salud, para llegar juntos a una verdadera asociación que busque preservar la paz y la estabilidad en toda la región, y mejorar la realidad económica del pueblo sirio”, indicó el dirigente.

En tanto que, el 30 de enero, en el marco de la visita del Emir de Qatar a Siria -primer jefe de Estado en visitar la nación desde la caída de Al Assad- el Ministro de Exteriores sirio, Asaad Hassan al-Shibani, dijo: “El pueblo sirio no olvidará la posición comprometida de Qatar mientras abrimos un nuevo capítulo en una nueva Siria”.

Por su parte, Al Sharaa tampoco dejó dudas sobre los enemigos del nuevo régimen sirio. En la mencionada entrevista con Siria TV, celebraba: “Pudimos poner fin a la presencia iraní en Siria, pero no somos enemigos del pueblo iraní”. En su discurso de la Mezquita de los Omeya también había tenido palabras para con Teherán. “Este nuevo triunfo, mis hermanos, marca un nuevo capítulo en la historia de la región, una historia llena de peligros (que convirtió) a Siria en un terreno de juego para las ambiciones iraníes, que difunden el sectarismo y fomentan la corrupción”. El líder yihadista señaló que Irán debe “reconsiderar sus cálculos sobre sus intervenciones en la región”.

Mas cauto se mostró a la hora de referirse al principal aliado de Al Assad, Rusia. El 28 de enero, luego de mantener la primera reunión con una delegación rusa tras el cambio de régimen, el gobierno sirio expresó: “La nueva administración… enfatizó que el restablecimiento de las relaciones debe abordar los errores pasados, respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses”. Según el comunicado, la delegación rusa mostró su “apoyo a los cambios positivos que se están produciendo en Siria”, y que en la reunión se abordó “el papel de Rusia en la reconstrucción de la confianza con el pueblo sirio a través de medidas concretas como la indemnización, la reconstrucción y la recuperación”.

De acuerdo a fuentes de la nueva administración siria, Al Sharaa dejó en claro que “no habrá ningún movimiento inmediato contra los intereses militares rusos”. La diferencia de poderío entre Rusia e Irán hace que el nuevo régimen no pueda dispensar el mismo trato a sus enemigos. Además, si bien la derrota en la guerra claramente deja a los rusos en una posición indefensa, todavía no se sabe a cabalidad que pasara con sus bases en territorio sirio.

En la entrevista mantenida con The Economist el 3 de febrero -una semana después del encuentro con la comitiva eslava-, Al Sharaa dijo que su administración estaba “reevaluando la presencia militar rusa” en Siria. “Podríamos llegar a un acuerdo (con ellos) o no, pero de una forma u otra, cualquier presencia militar debería contar con el consentimiento del estado anfitrión”, dijo.

Durante la Cumbre Mundial de Gobiernos 2025 en Dubái, el ministro de Exteriores de Siria también se refirió al futuro de lar relaciones con Rusia e Irán. “Hay mensajes positivos, pero queremos que estos mensajes positivos se conviertan en una política clara que haga que el pueblo sirio se sienta tranquilo”.

“Hay mensajes claros de respeto hacia la nueva administración siria y hacia la soberanía del pueblo sirio, pero como les dije, hay heridas en el pueblo sirio y hay dolor que el pueblo sirio ha sufrido a manos de estos dos países”, añadió.

El 12 de febrero presidente ruso mantuvo una conversación telefónica con Al Sharaa, su primera comunicación con el nuevo líder. Según informó la presidencia siria, Putin habría invitado al ministro de Exteriores sirio, Asaad Hassan al-Shibani, a visitar Moscú; y le habría transmitido que estaba dispuesto a reconsiderar los acuerdos firmados entre ambos países bajo el gobierno de Al Assad.

martes, 4 de febrero de 2025

 

SIRIA: OTRA DERROTA RUSA A MANOS DE ESTADOS UNIDOS (V)

 

MONARQUÍAS ÁRABES

Los vínculos de Estados Unidos con el Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y el resto de los grupos yihadistas sirios también parecen quedar en evidencia con la actuación de sus aliados árabes en el conflicto sirio.

Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos apoyaron militarmente a la oposición siria desde el comienzo de la guerra.

No solo financiaron y armaron a las milicias. En el plano diplomático, rompieron lazos con el régimen de Assad y procedieron a aislarlo. Su respaldo a la insurgencia fue público. En la cumbre anual del Consejo de Cooperación del Golfo de 2011, la declaración pedía a Assad que “detenga inmediatamente la máquina de matar, ponga fin al derramamiento de sangre y libere a los detenidos”.

Pese a que los Emiratos Árabes Unidos habían restablecido sus contactos en 2018, los países árabes, en su conjunto, recién reanudaron sus relaciones con Siria una década después. En marzo de 2022 Abu Dabi recibió a Bashar Al Assad, en lo que fue la primera visita del ex mandatario a un país árabe desde que comenzase la guerra en 2011. A su vez, Siria fue readmitida en la Liga Árabe en mayo de 2023.  

Sobre Qatar, en particular, un artículo de la BBC señalaba que, “ha habido informes en los últimos días de que Qatar -quien se dice que durante mucho tiempo ha apoyado al HTS- parece estar liderando el esfuerzo de las naciones árabes para crear un gobierno de transición en Siria”.

El medio ingles informó que se cree que tanto ricos qataríes como el mismo gobierno han apoyado financieramente a grupos islamistas en Siria, vínculos que habrían alcanzado al Frente Al Nusra, un afiliado de al Qaeda. De hecho, sauditas y emiratíes han acusado a Qatar de apoyar -además de a Al Qaeda- al Estado Islámico.

Algo parecido afirma el diario español Publico. Qatar brindó apoyo financiero, diplomático y, en algunos casos, militar a la oposición. Respaldo que incluiría a algunas milicias con lazos con facciones más radicales e islamistas.

Por su parte, la BBC asegura que Arabia Saudita envió importante ayuda militar y financiera a la oposición, entre ellos, a los grupos islamistas.

No es de extrañar que Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos hayan financiado a los yihadistas sirios; su ideología no dista en nada a la de estas organizaciones. Qatar y Arabia Saudita adhieren al wahabismo, una de las interpretaciones más conservadoras del Corán. Es por eso que tienen un largo historial financiando al terrorismo islamista.

Arabia Saudita, por orden de Estados Unidos, fue de los principales financiadores de la yihad afgana que en los años ochenta combatió a los soviéticos y propició la creación de los talibanes. Y aunque los talibanes no son estrictamente wahabitas, esta concepción fue muy influyente en el surgimiento y la conformación de su propia visión.

Cabe recordar, que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos se encontraban entre las solo tres naciones que reconocían al primer gobierno talibán en Afganistán (1996 a 2001). En tanto que fue en Doha, la capital de Qatar, donde estadounidenses y talibanes firmaron la paz el 29 de febrero de 2020, que facilito a los extremistas islámicos retomar el control del país al año siguiente. En todo ese tiempo, Qatar sirvió de intermediario entre Estados Unidos y los talibanes.

En 2017 un grupo de países del golfo Pérsico -Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Egipto- liderados por Arabia Saudita rompió relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusaban de apoyar el terrorismo.

No era la primera vez que se señalaba a los cataries de mantener vínculos con grupos terroristas, pero sí se trató de la crisis más importante causada por este hecho. En 2014 el jeque de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, defendió a su país de las acusaciones de mantener vínculos con grupos como Al Qaeda y el Estado Islamico, alegando que su país también los considera terroristas.

En tanto que, sobre los Emiratos Árabes también pesan denuncias sobre su asociación con algunas milicias yemeníes vinculadas a Al Qaeda, así como el reclutamiento de ex miembros de esta organización para luchar contra los hutíes. 

Arabia Saudita es la máxima potencia regional y el aliado árabe más importante de Washington desde 1945. Qatar no se queda atrás, mantiene desde 1992 un significativo acuerdo de cooperación en defensa y alberga la mayor base militar estadounidense en Medio Oriente desde 1996. Completa la triada de poderosas monarquías del Golfo, Emiratos Árabes Unidos, otro de los puntales del Pentágono en la región.

Mas que una asociación entre iguales, la supervivencia de estos mandatarios depende de la Quinta Flota de Estados Unidos. Todo el poderío económico y militar que han acumulado, lo han hecho exclusivamente al amparo de los norteamericanos. Si algún día Washington llegase a retirarle su respaldo, todo lo que han construido se desmoronaría y los mandatarios de estos países se verían en serias dificultades para mantener su reinado.

Es por eso que no parecería muy probable que se arriesgaran a financiar al yihadismo sin el consentimiento del gobierno estadounidense. De todos modos, aun si no contasen con una autorización explicita, es imposible que en Washington no estén de acuerdo con este apoyo, al fin y al cabo, fueron ellos quienes establecieron alianzas con estas dictaduras fundamentalistas, cuya ideología no se diferencia en gran parte de la de los grupos terroristas islámicos.

Rápidamente, Arabia Saudita expresó su apoyo a la toma de poder de los yihadistas del HTS: “El Reino afirma su apoyo al hermano pueblo sirio y sus elecciones en esta etapa crítica de la historia de Siria, y hace un llamado a los esfuerzos concertados para preservar la unidad del épico pueblo sirio, de manera que los proteja –si Dios quiere– de caer en el caos y la división”, se lee en un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores saudí.

En tanto que, no ocultó su oposición al régimen de Assad: “Durante muchos largos años, durante los cuales cientos de miles de personas inocentes fueron asesinadas y millones fueron desplazadas y refugiadas, y durante los cuales milicias extranjeras devastaron Siria para imponer agendas extranjeras al pueblo sirio”.

A su vez, desde Qatar expresaron “un firme apoyo al hermano pueblo sirio, que se esfuerza por construir su estado sobre las bases de la justicia, la paz, la estabilidad y la prosperidad”. “Nos gustaría ver al pueblo sirio en condiciones de crear el futuro de Siria, pidiendo ayuda a quien pueda proporcionársela y siendo tratados con buena fe (…) Y eso es lo que estamos haciendo por nuestra parte, y esperamos que todo el mundo lo siga”.

Al ser consultado por la presencia de extremistas en el nuevo gobierno, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores catarí respondió: “Comprometerse con ellos, escucharlos, trabajar con ellos y ver si pueden ser una fuerza para el bien. No deberíamos tratar con ellos con la noción preconcebida de que no se pueden reformar”.

Mas cauto se mostraron desde Emiratos Árabes. “Escuchamos un lenguaje razonable y racional sobre la unidad, sobre no imponer un sistema a todos los sirios. Por otro lado, la naturaleza de las nuevas fuerzas, la afiliación con la Hermandad Musulmana, la afiliación con Al-Qaeda, creo que todos estos son indicadores que son bastante preocupantes”, señaló Anwar Gargash, asesor presidencial del reino.

El 12 de diciembre la CNN informó que una delegación conjunta de Turquía y Qatar había llegado a Damasco para reunirse con el nuevo líder sirio Ahmed al-Sharaa. El grupo incluyó al ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan; al jefe de inteligencia turca, Ibrahim Kalin; y al jefe de seguridad estatal de Qatar, Khalfan Al-Kaabi. Por su parte, Arabia Saudita envió su primera delegación el 22 de diciembre, que también se reunió con el nuevo mandatario sirio.

El jueves 30 de enero el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, se convirtió en el primer jefe de Estado en visitar Siria, donde se reunió con el líder HTS, Ahmad al Sharaa, quien el día anterior había sido oficializado como presidente. Semanas atrás, había sido el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdelrahman Al Thani, quien había visitado Damasco.  

En tanto que, el nuevo gobierno sirio eligió Arabia Saudita como su primera visita oficial al extranjero. La delegación -compuesta por los ministros de Exteriores, Asaad al Shaibani, y Defensa, Murhaf Abu Qasra, y el jefe de los servicios de Inteligencia, Anas Jattab- llegaron al reino el primero de enero de 2025. La comitiva luego se trasladó a los Emiratos Árabes Unidos.

El nuevo presidente, Ahmed al Sharaa, también eligió a la principal potencia árabe para su primer viaje internacional. El 2 de febrero fue recibido por el príncipe heredero Mohamed bin Salman. Una semana antes, había sido el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, quien había encabezado una delegación de alto nivel a Damasco.

  EEUU CELEBRA A LOS TERRORISTAS SIRIOS (IV)   El miércoles 5 de febrero de 2025 el presidente francés, Emmanuel Macron, se convirtió en...