SIRIA: OTRA DERROTA RUSA A MANOS DE ESTADOS UNIDOS (II)
TURQUIA Y EL HTS
Como en la
mayoría de las guerras e intervenciones que lidera, Estados Unidos no trabaja
en solitario. Sus aliados siempre asumen una parte del esfuerzo (financiero y
en vidas humanas) que suponen estas operaciones. La hegemonía de Washington se
sustenta, en parte, en un sistema de alianzas que abarca a casi todas las
potencias continentales; de esta manera, su poderío ha sido incontestable en
los últimos casi cien años.
La
asociación de Estados Unidos con los yihadistas del Hayat Tahrir al Sham (HTS) queda
en evidencia con el papel jugado por Turquía. Ankara, por tratarse de una
potencia regional, y por compartir frontera con Siria, ha tenido un rol
destacado en el apoyo a la oposición y, por tanto, en el derrocamiento de
Bashar Al Assad.
Turquía
controla una franja del norte de Siria, una zona fronteriza con su propio
territorio, donde ha desplegado sus propias tropas, así como milicias que
patrocina. De esta manera, actualmente
domina la región que va desde Afrin hasta Jarablus, en el margen oeste del río
Éufrates; y los territorios desde Tell Abyad hasta Ras al Ayn en el este. Con el apoyo de Ankara, es el Ejercito Nacional Sirio (ENS), el grupo que controla
esta zona, como parte de la
autoridad administrativa denominada Gobierno Provisional Sirio.
Turquía ha
sido uno de los principales patrocinadores de la oposición siria desde los
primeros días de la guerra. El ENS es como se conoce desde
2017 a la entidad que nuclea a una serie de grupos que operan en el norte del
país respaldados por el gobierno de Erdogan. Esta coalición incorporó a muchos
miembros del Ejército Libre Sirio (ELS), el primero que se creó en 2011 por
oficiales desertores del ejército para luchar contra el régimen de Bashar al
Assad, y que fue financiado desde el principio por occidente.
El ENS está
compuesto también por grupos directamente vinculados al ejército turco o a la
inteligencia de ese país, como la División Sultán Murad, y otros grupos con
afiliaciones a los Hermanos Musulmanes y Qatar.
En el
Ejército Nacional Sirio también está integrado el Frente de LiberaciónNacional, al que pertenecen facciones como Ahrar al Sham, cuyos objetivos
declarados son “derrocar al régimen (de Assad)” y “establecer un Estado
islámico regido por la sharia”, según la CNN. El mismo medio también asegura
que, “expertos consideran que Ahrar al Sham es un grupo islamista moderado”.
El
protagonismo turco en el conflicto sirio, y su respaldo a las milicias que
buscaban deponer a Al Assad, fue tal, que asumió la representación de las
fuerzas de la oposición en las negociaciones con Rusia durante varios años en
la última década. Si el HTS y los grupos respaldados por Turquía pudieron
establecerse y prosperar en Idlib, fue gracias a que Ankara negocio con Rusia un
alto al fuego en 2020 que detuvo un intento del gobierno sirio de recuperar la
provincia.
El acuerdo
se dio en el marco de las conversaciones en la capital kazaja, Astaná, iniciado
en 2017 entre Turquía, Rusia e Irán, en el cual llegaron a un acuerdo para
establecer zonas de distensión, incluida Idlib, con el objetivo de detener los
combates. Al año siguiente, Rusia y Turquía acordaron crear una zona de
amortiguamiento desmilitarizada en la provincia de Idlib para separar a las
fuerzas gubernamentales de los combatientes estacionados allí.
Idlib era
considerada uno de los últimos bastiones de la insurgencia siria. Ha estado controlada por varias
facciones rivales de la oposición desde que las fuerzas gubernamentales
perdieron su control en 2015. Su dominio era tal que pudieron
establecer una administración que cumplía las todas las funciones estatales,
llamada Gobierno de Salvación.
Idlib se
transformó en el bastión de HTS. La provincia se encuentra en el
noroeste de Siria, debajo de los territorios ocupados por Turquía y sus aliados.
El grupo yihadista controlaba gran parte de este territorio, sin embargo, otras
organizaciones respaldadas por Ankara -incluidas las propias fuerzas otomanas-
también hicieron su base allí.
Sin
embargo, la BBC afirma en algunos artículos que el HTS obligó a la mayoría de
los militantes respaldados por Turquía a salir de Idlib.
La prensaoccidental afirma que Turquía no apoya a los yihadistas del HTS. Ali Bilgic, profesor de relaciones internacionales y
política de Medio Oriente de la Universidad de Loughborough, le dijo a la BBC:
“El HTS no está apoyado directamente por Turquía. De hecho, Ankara también
considera a HTS una organización terrorista, igual que EEUU y Reino Unido. Pero,
aunque no sabemos cómo ha ayudado a HTS en su ofensiva, lo que sí sabemos es
que Turquía le ha ayudado a deshacerse de sus credenciales islamistas y a
convertirse en una organización más política y más moderada”.
El blanqueo
de la organización islamista por parte de Ankara es público y notorio. Pero tambien sus contactos. En una
entrevista concedida a France 24 el 20 de diciembre de 2024, el ministro de Exteriores de
Turquía, Hakan Fidan, al ser consultado acerca de por qué Turquía no había
excluido aún de su lista de organizaciones terroristas al HTS, aseguró: “Observamos
las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU. Estamos teniendo ahora una
situación única en la que la legalidad y la practicidad se contradicen aquí.
Porque, en la práctica, hemos visto al HTS durante los últimos 10 años, y no se
implica en ninguna actividad terrorista. Y esto fue bastante bien documentado,
no solo por nosotros, sino también por las agencias de inteligencia
occidentales”.
Inmediatamente,
el entrevistador le consultó directamente sobre si habían tenido contactos con
el líder del HTS. Y si estos ¿Habían sido útiles para luchar contra grupos
terroristas como Dáesh o Al-Qaeda? “¿Han colaborado
con usted y con funcionarios occidentales para demostrar que ya no son
terroristas, sino que realmente cooperan contra los grupos terroristas?”, le
inquirió.
“Sí,
efectivamente, en gran medida. Hemos tenido una excelente cooperación en el
intercambio de inteligencia para luchar especialmente contra el liderazgo del Dáesh.
Nos ayudaron mucho, pero debido a las sensibilidades, no lo hicimos público en
ese momento. Pero a lo largo de los años cooperaron con nosotros en el
suministro de inteligencia sobre Dáesh y organizaciones relacionadas con
Al-Qaeda”.
En cuanto a
la ofensiva que derroco a la dictadura siria. La CNN asegura que el “HTS no
parece tener el apoyo abierto de Turquía, adversario de Al Assad, pero los
funcionarios estadounidenses creen que Turquía dio luz verde al grupo para
lanzar su operación”.
En tanto
que la BBC señaló que, “varios analistas indicaron que Turquía probablemente
dio su aprobación tácita a la ofensiva de HTS, con el presidente Recep Tayyip
Erdogan expresando su apoyo al avance rebelde”.
Según la agencia Reuters, la oposición observó en
la debilidad de los principales aliados de Al Assad -Irán
y Hezbolá gravemente disminuidos por el conflicto con Israel; y Rusia totalmente
abocada a Ucrania- la oportunidad de tumbar el régimen. Para esto, las milicias entendieron
que debían notificar primero a Turquía, le
aseguraron a Reuters dos fuentes, un miembro de la oposición siria y un
diplomático en la región.
El integrante de la oposición, le dijo a la agencia que los rebeldes habían
mostrado a Ankara detalles de la planificación, al percibir un endurecimiento
de la postura de la administración de Erdogan hacia Al Assad a principios de
este año, luego de que fracasaran una de las tantas conversaciones entre las
partes. El mensaje era: “Ese otro camino no ha funcionado durante años, así que
pruebe el nuestro. No tienes que hacer nada, simplemente no intervengas”.
Por su
parte, Hadi Al-Bahra, jefe de la Coalición Nacional Siria -representante de la
oposición siria reconocida internacionalmente-, dijo a Reuters que el HTS y el
ENS habían tenido una planificación conjunta “limitada” de cara a la operación
y que habían acordado “cooperar y no chocar entre sí”. También agregó, que el
ejército turco vio lo que los grupos armados estaban haciendo y discutiendo.
A propósito
de esto, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan, dijo -el
domingo 8 de diciembre en Doha- que su país “sabía que algo se avecinaba”. Un día
antes, su viceministro, Nuh Yilmaz, había declarado en una conferencia sobre
asuntos de Medio Oriente en Bahréin, que Ankara no estaba detrás de la ofensiva
y que no había dado consentimiento.
Lo cierto
es que las fuerzas turcas si coordinaban con el HTS. Luego de una importante
campaña del gobierno sirio en abril del 2019 contra territorio controlado por
los rebeldes en el noreste -en particular en la provincia de Idlib-, estos
crearon el Al Fath Al Mubin en mayo de ese año. El grupo
era una alianza de milicias islamistas (yihadistas, los llama la BBC) que operaban en el norte de Siria,
en particular en la provincia de Idlib. La organización incluía -entre otros- al
HTS y al ya mencionado Frente de Liberación Nacional, respaldado por Turquía e
integrado al ENS.
Renombrada como
Comando de Operaciones Militares, la coalición fue señalada en un principio
como la responsable de derrocar al régimen de Al Assad, antes de que el HTS
cobrara todo el protagonismo. “La coalición rebelde siria es una nueva
agrupación llamada ‘Comando de Operaciones Militares’. Está formada por varias
facciones islamistas y moderadas que, a pesar de sus diferencias, están unidas
en la lucha contra el régimen de Asad, ISIS y las milicias apoyadas por Irán”,
señaló la CNN el 9 de diciembre pasado.